martes, 11 de junio de 2013

Día VI.

Modelo: ANUK
Entrada en perrera: 2012



Día VI.
Hora de entrada: 10.00 - Salida. 13.30.
Uno más de la manada.
- Al final te van hacer fijo. Me suelta esbozando una sonrisa Xesco, uno de los trabajadores, nada más entrar por la puerta de la protectora. 
- De eso se trata, le espeto yo riendo. 
Totalmente integrado. Esta es la sensación que tengo cuando apenas llevo dos semanas trabajando como voluntario en la protectora y, principalmente, se lo debo a personas como Xesco, Victor, Roger, Mercedes, Silvia y Montse y, también la jubilada "friki" de los gatos porque no.  Personas que han entendido perfectamente las necesidades de mi reportaje, dispuesta a echarme una mano en lo que haga falta y, sobretodo, hacerme sentir  cómodo, acogido y respaldado. De diez, el ambiente que hay así que solo puedo decir: GRACIAS. 
Sin embargo el"momentazo" del día ha llegado cuando Kiko, uno de los veteranos de la protectora, así como uno de los perros más ariscos, - ningún perro le toca el palo de kiko no sé si me explico- , resulta que ha venido a mi lado para que lo acariciara. ¡Joder! !Que exitación! 
Cualquiera que haya trabajado con animales, puede llegar a imaginar la inmensa alegría y el "gustazo" que he sentido en dicho momento. Ese instante que sucede tarde o temprano cuando entablas una relación con un animal, en el que el muro de desconfianza inicial se ha desplomado para que se pueda construir, no sé, otra clase de sentimientos.
El gesto de dejarse acariciar de Kiko, no solo significa su aceptación con la que ya, más o menos, contaba, sino que, con su gesto, Kiko le ha dicho al resto: este es uno más de la manada. 
Saludetes a todos,
El autor.

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