lunes, 21 de octubre de 2013

5 consejos indispensables para traerte a casa a un colega y no un problema.

Este artículo va dedicado a todas aquellas personas que, muy sabiamente, hayan elegido adoptar un perro en lugar de comprar uno en cualquier tienda... 

Si eres una de estas personas, estás de enhorabuena, porque te daré 5 consejos simples y prácticos para que consigas encontrar a ese amigo fiel que siempre te acompañará a todas partes, y no un marronazo de cojones que no sabes que hacer con él. Bastantes problemas tenemos todos ya.



SIRKE
Entrada en perrera: 2012

Antes que nada felicitarte por haber llegado hasta aquí, realmente, estás interesado en adoptar y por ello, mil gracias en serio. Hay miles de perros que pasan el día encerrados en una jaula anhelando tener una familia y de entre ellos, seguro seguro, hay uno para ti. Basta con que tengas en cuenta estos simples consejos para encontrarlo.

Ahora pasemos a los consejos que seguro que debes estar pesando: ¡vaya tío qué plomazo!


1. Medita bien tu decisión:


Sí... ya lo sé, vaya estupidez de consejo ¿no?. ¿Para eso tanto rollo? Lo creas o no, no todo el mundo es tan reflexivo y prudente como tú. Te sorprendería la cantidad de personas que, en un arrebato de conciencia o, simplemente existencial, quieren adoptar un perro. Chicos y chicas que quieren hacerle un "regalo" a la pareja y se les ocurre la brillante idea de regalar por sorpresa un cachorro. Si no me crees, te invito a pasarte por cualquier perrera y preguntar. 

Así que, por favor, analízalo bien antes de dar el paso, un perro vive fácilmente doce años y requiere un compromiso. Cagará, meará, morderá y, en definitiva, te la liará seguro. No quiero asustarte, un perro te da siempre mil veces más de lo que tu le das, pero también exige una responsabilidad y lealtad durante un década de tu vida. 
Tenlo claro. Si no estás dispuesto a dárselo o crees que no puedes, mejor no adoptes. Le harás un favor. Si quieres una mascota que te haga compañía, mejor búscate un loro, un hámster o cualquier otra mascota que no te exija tal nivel de compromiso. Lo digo por tu bien y el de él.


REX
Entrada en perrera: 2007

2. Pequeño, mejor:


Este consejo te servirá sobretodo si es tu primera experiencia con un perro. Si ya has tenido uno, puedes saltar al siguiente consejo, pero si el perro que has tenido era chiquitín, mejor sigue leyendo. Punto y a parte, ¿porqué es mejor tener uno pequeño? Un perro pequeño es, básicamente, más fácil de adiestrar, pasear y, en resumen, controlar para que no agobie. Sobre todo si es tu primera vezAnticipo, por si algún defensor de los grandes ya está pensando en saltarme a la yugular, que no estoy diciendo que los grandes sean malos o peores que los pequeños. No. Un perro grande simplemente te exige más y ya está. Comerá más, ocupará más, necesitará paseos más largos, etcétera, ect. También tienen mil veces más fuerza, hecho que te aseguro que notarás en el momento del paseo. Parte esencial para crear una relación saludable entre los dos. Cuando un perro pasea va tan ansioso por olisquearlo todo que por defecto tira. Un perro pequeño facilita mucho más tu función ya que no requiere tanta fuerza. ¿Has visto alguna abuelita paseando un mastín?  Yo no. Uno pequeño lo puede pasear cualquier miembro de la familia. Es fácil de pasear y puede ir suelto puesto que la gente, generalmente, no le tiene miedo a un perrito. 

Luego está el tema del adiestramiento. La otra parte fundamental para desarrollar una buena relación entre los dos. Adiestrar a un perro grande es más complicado. ¿Porqué? Se precisa experiencia en el trato con ellos. Entender la psicología canina requiere haber convivido con algún perro durante largo tiempo. Al final, verás que todos, sean grandes o pequeños, aprenden de la misma forma. Si nunca has tenido un perro es muy aconsejable que aprendas a manejarte con uno pequeño. Básicamente minimizas los posibles conflictos que vaya haber en vuestra relación. Que los habrás fijo. Empezar con uno grande sería como si quisieras aprender a conducir motos, montado en una supermotard cuando en tu vida te has subido a una bici. ¿harías eso? ¿Podrías hacerlo? Seguramente, no te digo que no, pero menudo follón ¿no? Sino tienes experiencia con perros, mejor empieza con uno pequeño o medianito.


3. Físico o raza, poco importa:


Aniquila de tu cabeza absolutamente la idea de que algunas razas son más agresivas que otras. No entro en debates. Seguramente gente más cualificada y con más experiencia que yo te dirán que lo que digo es una patraña. ¿Me equivoco? Es posible, sí, pero pueden ser ellos también. Decide tú. 
¿Te has fijado en el Rottweiler de la primera foto? ¿te parece peligroso? A mi tampoco. Se llama Sirke, ronda los 13 años y a pesar de ser abandonada por sus dueños, es una auténtica joya. No ladra nunca, no gruñe al acercarte a su comida, ni muerde. Es cariñosa y sociable desde que la conozco. 
Conclusión: la raza son los genes, y están allí, el carácter es lo que marca la conducta de un perro, y este dependerá de como lo trates tú. ¿No has oído nunca esto de lo mucho que se parece el perro al dueño? Los perros son como los niños adoptan actitudes que ven en su amos. Sus referentes. Ten cuidado como eres y como te comportas, porque posiblemente tu perro mimetizará ese comportamiento. 

Dicho esto, está el físico. Yo te aconsejo encarecidamente que pases de eso. Si vas a elegir a un perro que va a pasar, como mínimo, 10 años de tu vida porque te parece mono. Estás frito. Si buscas una raza en particular, adelante, pero la mayoría de los perros de la perrera son mestizos. Paradójicamente la mejor raza que existe, entre otras cosas, porque sufren muchas menos enfermedades inherentes a la raza. Esto se traduce en visitas al veterinario que se traduce en dinero que pones de tu bolsillo.
Un perro hay que elegirlo más allá de la raza o físico. Mejor basa tu elección en el feeling que sientas con él y no por lo que te pueda entrar por los ojos. Lo mismo pasa con los cachorros. Son muy cucos sí, pero no sabes como van a salir. Los adultos al contrario ya tienen un carácter determinado y no van a cambiar. Los conoces tal cual como van a ser, por tanto puedes intuir si sois afines. Olvídate del físico, olvídate de la raza. Elige con el corazón y no con la vista.


LINDA
Entrda en perrea: 2007


4. Sentido común:



Pues eso, usa siempre el sentido común delante de perros o cualquier otro animal. Quizás te parezca un poco ridículo como consejo, pero remitiéndome a lo que he dicho en el primer punto. No todo el mundo tiene dos dedos de frente como tú. En la protectora he visto a más de un visitante llevarse un mordisco por meter la mano donde no debía, o por acercarse a un perro sin conocerlo. La gente a veces puede ser muy ignorante, impulsiva e imprudente. 

Punto y a parte tienes que tener claro que antes de morder, o lanzarse a por ti, los animales suelen dar claras señales, a modo de aviso, de que tu presencia les es grata o no. Con los perros, esas señales son muy fáciles de interpretar. Si a un perro no le mola tu presencia, casi seguro te ladrará; si te acercas, gruñirá, y si no le haces ni puto caso a sus advertencias, in extremis, te morderá para que te pires ya y le dejes tranquilo. Retén esto en la cabeza: un perro utiliza el mordisco, siempre, como último recurso defensivo contra aquello que ellos consideran, por el motivo que sea, peligroso. Muerden para protegerse y ahuyentar, no van a matar. A menos que no seas una sabroso conejo claro. Saber leer esas señales y usar el sentido común mejorará exponencialmente tu experiencia con perros.  


Por último antes de decidirte por este perro u otro, asegúrate de haber pasado el suficiente tiempo con él como para ver su carácter y saber que encontrarás en casa. Es decir no vayas dos días a la protectora o una semana y te lleves a uno. Invierte tiempo en tu elección. La gente invierte más tiempo en elegirse unos pantalones que en escoger un perro que va a pasar 10 años de su vida a su lado. Si es sociable o no con otros perros y personas, si es posesivo con la comida, ver como pasea contigo, y, lo más importante, ver si te hace caso o no. Si responde a tu llamada. En definitiva si tenéis química o no. Simples acciones que son fáciles de hacer y solo requieren de ti un poco de tiempo pero que te ayudarán mucho en tu elección. 

Luego para finalizar te recomiendo hablar con los trabajadores del centro. Ellos son quienes mejor conocen a los perros que están allí. Sobretodo aquellas personas que los pasean diariamente ya que tienen un contacto diario con tu posible compañero.



Protectora Barcelona

5. Paciencia y mimo:


Bien. Ahora ya has pasado tiempo con él en la perrera. Lo has paseado, te has dejado aconsejar por los trabajadores y finalmente has sentido esa conexión especial con él que buscabas. El gran momento ha llegado: la vuelta a casa. Habrás elegido bien, tranquilo/a. Sin embargo por muy buen rollo que tengáis, el entorno de la protectora es diferente al que pueda encontrarse en tu casa. En primer lugar allí está obligado a marcar su terreno para que no le quiten el juguete, la comida, etcétera. ¡Ojo! No estoy diciendo que los perros de la protectora son, por defecto, dominantes. No. De hecho son muy sociables ya que conviven diariamente con muchos perros y personas, pero los perros se adaptan al entorno como tú. Algunos si son de carácter orgulloso y dominante, pero la inmensa mayoría adoptan está actitud por necesidad. En tu casa no tendrá que competir, así que fijo que abandonará en poco tiempo esa actitud si es que la tuviese. 

En segundo lugar él no conocerá tu casa y eso ya es un handicap. Se tiene que adaptar, así que déjale que olisquee todo, que sienta que está a salvo. No le agobies. Más tarde, si no quieres que vaya alguna parte en concreto ya se lo harás saber. Por el momento, tu objetivo es que se sienta tranquilo. Déjale espacio. A medida que pase tiempo contigo, ponle un mes como mucho, cogerá confianza tanto con el lugar como contigo. Piensa que por muy buen perro que sea, como las personas, habrá cosas que no te gustarán de él. Lo bueno es que con él las podrás corregir. Daros tiempo, no tengas prisa, tenéis toda una vida por delante. Otro tema es que habrá cosas que no puedes prever que él haga. Mi primer perro, Chinzu, me la liaba con los calcetines cada vez que me iba. Pero no cualquier calcetín. No. Sinó los calcetines de vestir, los caros. Ten en cuenta que los perros que han estado en protectoras quieras o no tienen algún trauma. No te equivoques no están desquiciados, pero son animales que han sufrido el rechazo y abandono de su amo, algunos en circunstancias muy dramáticas, o bien el maltrato de personas. Por lo tanto desconfían. Normal ¿no? 

Requieren más paciencia y mimo que cualquier otro perro sí, pero te darán mil veces más. 

Así que te pido que, por favor, ten paciencia, no arrojes la toalla y no lo devuelvas. Un perro no es un objeto defectuoso que puedas devolver o cambiar. Al menos no debería ser así. Si piensas de está forma por favor no adoptes. Un perro no es el animal que estás buscando créeme.


Ya véis son consejos simples y sencillos de llevar a la práctica y sin embargo te ayudarán enormemente en tu elección. Deseo sinceramente no haber desalentado a aquellos que pensaban adoptar sino todo lo contrario pretendo con esto fomentar una adopción sana y responsable. Un adopción que sea saludable para ambas partes. Tener un perro es una de las cosas más buenas que ocurren en la vida.









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